Conviene recordar que el último enfrentamiento entre ambos conjuntos se había saldado con un 0-8, desmesurado pero inapelable, y que en nuestras filas existía una justificable sed de vendetta. Con esta base salimos al campo a jugar de tú a tú, algo que en la primera parte se nos dio de cine. Además del gol de Maykel, creamos también unas cuantas ocasiones, y lástima de ese chut lejano de Jon que casi parte la escuadra. El Muskiz llevaba peligro cuando intentaba jugar a la contra, pero les cerramos bien y tuvieron que recurrir a los disparos lejanos, que pudimos contener, al igual que sus buenas individualidades.
Con el 1-0 al descanso se premiaba nuestro gran currelo, que no nuestro mejor juego. Sabíamos que nos iba a tocar sufrir, pero las pautas apenas variaron. Perdimos, eso sí, un alto porcentaje de posesión, como consecuencia de la intensificación que de la presión a toda cancha hizo el Muskiz. Mantuvimos el tipo defendiendo como cabrones hasta que el rechace de un tiro lejano lo recogió un atacante rival libre de marca, y gol (1-1). Todavía quedaban muchas emociones por delante, pero el Muskiz nos había despojado del balón y el poco peligro que creamos fue a la contra. Pudimos marcar, pero hay que convenir en que el dominio del Muskiz rebajó nuestro caudal de ocasiones, que tampoco fueron excesivamente claras. Tampoco lo habían sido las de ellos, así que el partido se encaminaba sin remisión hacia el empate.
Cuando el choque agonizaba, nos pudo nuestro carácter alegre. En lugar de meternos los cinco debajo del larguero de Zazo (que regresaba a la competición casi dos meses después), cosa que muchos equipos tristes no dudan en hacer, y conformarnos con un empate que habría sido honroso además de justo, nos la jugamos en la presión y concedimos un hueco. Por ahí se le habilitó un balón largo a un atacante del Muskiz, que sorteó la salida a la desesperada del futuro Zamora y marcó desde una posición escorada. Un durísimo golpe que premió la insistencia del Muskiz, aferrado a la suerte del campeón.
No merece la pena llorar, aunque el rebote es más que entendible y más teniendo en cuenta los antecedentes, pero aunque no lo creáis, al margen del resultado, este partido nos ha traído más cosas buenas que malas. Se impone una charla terapéutica para analizar los distintos aspectos del mismo, y tampoco vendría mal organizar un kino para solidificar cimientos.
Nuestro killer del área:
- Maykel (11 goles)
- Mayor II (6 goles)
- Endika y Miki (5 goles)
- Xabi (4 goles)
- Jon (3 goles)
- Kabe e Ibai (2 goles)
- Zazo (-15 goles/2 asistencias)
- Roblas (-29 goles)
- Vasile Lerile Chimpum (portero-jugador rumano) (-1 gol)
1 comentario:
kiero dexir q estuve tanto en la goleada como en este ultimo partido contra el muskiz y la verdad es k la diferencia ha sido abismal... sali muy contento d la reaccion del goiztiri y sobre todo d olvidarse d actuaciones del arbitro y centrarse en el juego.. hoy toco la d arena pero jugando asi y poniendo esa garra seguro las alegrias llegaran... muxo animo
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