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lunes, 18 de abril de 2011

Goiztiri 2 - Jado Erandio 2

El partido del año respondió a las expectativas en cuanto a la entrega, la tensión y la competitividad entre dos de los mejores equipos del torneo. Goiztiri y Jado Erandio libraron una batalla épica, cruel, intensa, disputada a cara de perro, en la que pudo ocurrir de todo, en la que cualquier signo habría sido factible, y cuyo resultado final nos perjudica a ambos por igual. Nos destrozamos mutuamente hasta reventarnos y, exhaustos por el tremendo esfuerzo realizado, nos faltó tiempo, caja o claridad de ideas para poder rematar la victoria. Y dado que el San Jorge había asaltado la víspera la banca del casino de Muskiz en un hito que merece un análisis aparte, el empate fue el triste premio de consolación para ambos clubes, que vemos alejarse el ascenso directo. Nada es definitivo aún, pero, por lo que pueda pasar, seguiremos manteniéndonos al acecho por si suena la flauta. La historia cambió su curso: los espartanos y los persas nos quedamos todos muertos en el suelo, y ahora sólo nos queda apelar al fútbol de ataque para desnivelar este feudo que nos enfrenta, y en el que nadie ha podido salir vencedor tras 100 minutos de fútbol-sala. Será una injusticia, como ya adelantamos, pero es lo que toca…

La cosa es que al Goiztiri se le jodió el guión desde muy prontito y le tocó remar contra corriente cuando el Jado acertó en su primera jugada de ataque, rentabilizando un error de marca. Los visitantes demostraron tener el partido bien preparado, y además la ventaja les concedía un plus a la hora de sacar tajada de su buena disposición defensiva, que nos impedía crear ocasiones. Eso no iba a durar siempre, de hecho tuvimos el empate más o menos a huevo, pero de forma lastimosa nos cayó el 0-2 en una buena acción personal del ariete del Jado. El drama estaba servido, pero capítulos como el del Muskiz en este mismo escenario, al parecer, sólo te ocurren una vez en la vida, y si no que le pregunten al San Jorge. Con la liga yéndose por el desagüe, sacamos a relucir nuestro mejor fútbol, intensificamos la presión, recibimos hostias como panes (esto es incontrovertible, aunque también dimos lo nuestro) y al final logramos entrar en el bonus de faltas. Maykel falló el primero, pero Jose acertó a la segunda y empezamos a soñar con la remontada.

Con el 1-2 al descanso, a pesar de todo, teníamos buenas sensaciones. No habíamos jugado gran cosa, pero tampoco tan mal como para ir perdiendo. Seguimos aplicados en la presión, asumiendo riesgos en cada jugada, en cada regate, en cada triangulación. Daba gusto vernos atacar como si nada importase, ante un rival que sólo buscaba la contra porque en cuanto empezamos a ganar la batalla del centro del campo, empezamos a generar un caudal de ocasiones tan grande que sólo con lo hecho durante la segunda parte debería haber bastado y sobrado para ganar. Pero fallamos mucho, tal vez demasiado. Pasaban los minutos y seguíamos palmando, y el árbitro, que no perdió los papeles porque directamente no los trajo, estaba empezando a sacarnos de quicio a los dos equipos. Pronto sobrevoló la sospecha de que la entidad del partido le venía grande y el clima de locura que él mismo contribuyó a generar le superó, se le fue de las manos. Con los nervios a flor de piel, Jose pasó a ser el portero-jugador y la táctica funcionó. Al poco, Mayor hizo el 2-2 y ahí nos vimos todos más cerca del milagro. Y todavía más cuando el Jado se quedó con uno menos, por doble amarilla. Y aquí viene lo bueno.

Las pérdidas de tiempo, que habían sido mayoritarias entre las filas visitantes, impidieron que esa inferioridad numérica fuese efectiva durante los dos minutos reglamentarios. No lo fue NI DE COÑA y eso debe quedar patente… Cuando nos quisimos dar cuenta, ya había de nuevo igualdad en la pista. Y ya quedaba poco tiempo. Tuvimos alguna ocasión más que no quiso entrar y el Jado dispuso de un doble penalti para zanjar la contienda, pero Zazo lo paró sin problemas. Y después, el pitido final, quedándonos con la duda de si efectivamente se habían jugado 25 minutos. Servidor se irá a la tumba (tombstone) jurando que ni por asomo; pero es lo cojonudo, que son árbitros y ellos mandan, que si yo la armo a mí me sancionan. Pero el problema es que estos tíos son ineptos multirreincidentes y además, para rizar el rizo, les ponen a dirigir el partido de la máxima, la vuelven a liar de antología… y JAMÁS HAY CONSECUENCIAS!!! Mirad, yo ya estoy mayor y muy hasta la polla de todo esto, no aspiro a ver un sistema justo, pero sobre todo me da pena ver a los jóvenes rotos por la impotencia que les genera asistir desde primera fila a atracos manifiestos. Los jerifaltes del fútbol-sala hacen un ejercicio demagógico de puta madre preconizando el fair play, el respeto a los árbitros y el catecismo turco, pero hasta que nadie pueda garantizar un mínimo de equidad en este gremio, no vamos a ningún lado. Si el tío es un inepto, en un partido así sólo puede estorbar, joder, destrozar vidas y carreras deportivas. Y todo lo demás es engañar a la gente a la puta cara.

En fin… Consumado el dramón, contenida la ira, los dos equipos reconocimos nuestro esfuerzo mutuo, nos dimos la mano, sellamos la paz aunque jamás hubo guerra, y asumimos la inevitable desgracia común del match nulo. Las fiestas de San Jorge dejan al equipo homónimo como gran triunfador de la jornada decisiva, a un paso del ascenso y con cuatro puntos de colchón. A este respecto, la ley espartana estipula una cosa: no hay retirada, no hay rendición. Ahora nos embarcamos en una cruzada goleadora parelela a dos bandas para dirimir un empate a todo, aguardaremos al fallo, y tanto si éste se produce como si no, terminaremos muy orgullosos del temporadón que nos estamos cascando. Siguen quedando cinco finales, aquí nadie regala nada, así que… alea iacta est.

Feliz Semana Santa, que ni es semana ni es santa, para todos los vascos y vascas de buena voluntad. Y por cierto, Izco jódete, por bastardo... quizá tu fracaso haya sido la mejor noticia en un día tan emotivo...

Lo mejor: el currelo impresionante, el ambiente en las gradas y el reconocimiento final
Lo peor: el arbitraje, que fue de traca; el resultado, que nos jodía a los dos; y el Muskiz, que no fue capaz de hacerle al San Jorge lo que nos hizo a nosotros. No lo intentaron, pero quizá tampoco les habría valido
Conejitos: 3 para David, 2 para Jose y 1 para Miki

Trofeo Wayominí Dipuant
1. David (38 points)
2. Maykel (28 points)
3. Jose (17 points)
4. Alexis (12 points)
5. Zazo (11 points)
6. Miki (10 points)
7. Roblas y Xabi (9 points)
8. Jon, Txori y Kabe (8 points)
9. Pablo (6 points)
10. Imanol e Ibai (2 points)

1 comentario:

Anónimo dijo...

He visto la clasificacion de la federacion,y seguimos cuartos,tenemos un gol mas en contra de lo que pone en cantera,LA clasificacion buena es la de la federacion verdad?
una aficcionada