Redcom 1 - Goiztiri 5

"En el día de hoy, cautivo y desarmado el ejército rojo, han alcanzado las tropas nazi-onales sus últimos objetivos militares. La Guerra ha terminado"

Terminado... por los cojones... ¡Acción!

Olvidado ya el loable objetivo de cubrir un pleno de victorias en los últimos 14 partidos (14x3=42), el Goiztiri inició su nueva liga de cinco partidos, en la que no sólo cuenta ganar, sino sobre todo meter muchos, muchos goles. Lo hizo afrontando un partido a priori asequible, pero ya sabemos lo que pasa en estos casos: cuanto más se espera, menos se cumple con el guión. Sin embargo, con el acierto de la segunda mitad nos bastó para sacar un parcial de +4, que parece corto, pero que nos ha permitido igualar el average con el Jado y ser los terceros de la tabla. Which means (lo que significa), que a partir de ahora... mariquita el último, señores.

Se abrió la veda goleadora, pero al menos en la primera parte nuestros cartuchos parecieron de fogueo y las piezas, metáfora de goles, huían de nosotros. Quizá nos pudo la ansiedad y por ello nos costó más derribar la resistencia del Redcom, equipo que sólo buscaba la contra para sacudirse de nuestro dominio territorial. Mientras les duró el fuelle, el engaño funcionó, y nos fuimos al descanso con un exiguo 0-1, merced a una buena acción personal de Maykel. La actitud había sido buena; a veces somos un poco desgarramantas, pero en general podemos considerarnos un equipo noble y honesto que cree en lo que hace. Pero los goles no llegaban, y no fue hasta la segunda parte cuando la diferencia que separa a ambos conjuntos en la clasificación se hizo finalmente tangible.

Eso sí, teníamos que mostrar nuestra típica empanada de comienzo de período y el Redcom, alejado del gol durante toda la primera mitad del choque, nos empató en la primera jugada tras la reanudación (dèja vu, o disabiyé, como decían los Serrano). En ese momento, nadie presagiaba una debacle. Éramos mejores y antes o después eso se iba a imponer. Y sí, hubo algún grito que otro, pero el caso es que los locales andaban escasos de fuelle y por ahí empezó a tejerse la goleada final.

Lanzados a rebato, los últimos 20 minutos fueron absolutamente monopolizados por el Goiztiri. Dimos dos palos y un larguero, si mal no recuerdo, pero poco a poco fuimos ensanchando el campo y los goles, necesitados como agua de mayo (nunca mejor dicho), fueron cayendo uno tras otro ante un rival que, sencillamente, se quedó sin stamina. Alguien podría atribuir este hecho a los dos cambios que trajeron al partido, y en efecto, eso influyó. Pero había otro factor: nuestro físico. Estamos tremendos de caja y eso, sumado al indomable espíritu de Leónidas que llevamos grabado en el ADN, nos permite meter una marcha más, con la que a menudo rematamos a los rivales, que también llevan sus respectivos calvarios a cuestas.

Hemos llegado algo cansados al tramo final de esta liga tan larga. Tan larga, que cuesta trabajo creer que ser terceros no tendrá premio. A partir de ahora, jóvenes, vais a escuchar muchas jilipolleces: que si los terceros no juegan promoción, que si aunque se juegue no subiremos porque va a haber arrastres, que si García Mafia va a contratar al equipo A para eliminar a toda su competencia y de paso solucionar los cuantiosos problemas que acechan al Athletic Club... Ni puto caso a nadie (y especialmente a García Mafia, claro está). Chavales, todos los comentarios que procedan de fuera de este vestuario no valen de nada. Y aunque de verdad ser terceros fuese estéril, yo lo prefiero a ser cuarto de diez veces, diez. La cruzada en la que estamos embarcados es la causa más noble por la que hemos luchado en mucho tiempo. De manera que más vale que nos pasemos al bando de los heel (malvados). No, nuestra Guerra no ha terminado, y nunca lo hará. Hay que seguir goleando a todo Dios sin piedad. Sin prisioneros. No hay lugar para la ternura, ni dentro, ni fuera del campo; no en Esparta. No hay lugar para la debilidad. Sólo los recios y los fuertes son dignos de llamarse espartanos. Sólo los recios; sólo los fuertes.

Lo mejor: la concentración y la fe que derrochamos para abrir la lata
Lo peor: el regalito nada más empezar la segunda parte. Y el Muskiz-San Jorge, cuyos efectos siguen siendo duraderos
Conejitos: 3 para David, 2 para Miki y 1 para Viejo

Trofeo Wayominí Dipuant

1. David (41 points)


2. Maykel (28 points)


3. Jose (17 points)


4. Alexis y Miki (12 points)


5. Zazo (11 points)


6. Roblas y Xabi (9 points)


7. Jon, Txori y Kabe (8 points)


8. Pablo (6 points)


9. Imanol e Ibai (2 points)


10. Viejo (1 point)