Sapuberri 3 - Goiztiri 1

Los hados futbolísticos no fueron justos con el Goiztiri como institución, ni con sus jugadores (especialmente con uno que va a adquirir un tobillo irrompible), ni con su cuerpo técnico, ni sobre todo con la afición que intentó llevar en volandas al equipo hacia la consecución de un sueño. En Durango podía haber dado comienzo una nueva era, pero una mala puesta en escena en el peor de los momentos posibles nos cortó de raíz la opción de subir a Primera en el campo. Si al final hay vacantes, seremos los primeros en cubrirlas. Pero eso ya se dilucidará en los despachos, lejos del terreno de batalla donde quisimos buscar la gloria y encontramos la hiel. Con el agravante de que llevábamos siete meses invictos lejos de Santurtzi; es curioso que, cuanto más arropados hemos estado por los nuestros, nos saliera el tiro por la culata en el momento crucial.

Son las consecuencias de tener un equipo tan joven que aún debe seguir progresando, pero no sólo en lo futbolístico (que eso va por el buen camino), sino especialmente en el plano mental. A veces, las lecturas de los partidos que se hacen sobre el campo no son las adecuadas y nos dejamos guiar por la pasión, por la euforia del momento, por nuestro carácter jovial, alegre y extrovertido, sin reparar en que los rivales, aunque a menudo son palpablemente inferiores a nivel individual y colectivo, también juegan (y este factor excluye de toda la culpabilidad a Andoni, porque él se queda en el banquillo). El Goiztiri salió reclamando la bola y creando peligro, pero a los 15 minutos ya perdía 3-0. No falló la mentalización, sólo la puesta en escena, que fue deficitaria, pues sobre todo los dos primeros goles reclamaron una mayor tensión en defensa. El tercero vino precedido de una falta a Mayor, pero el árbitro, que tenía un estilo Mateu Lahoz de dejar jugar pero en versión necia, pasó de verla o, si la vio, pasó de pitarla.

Con este percal, tocaba encomendarse a la heroica, como tantas y tantas veces durante esta temporada. Pero claro, el Sapuberri ya tenía el filón de oro y no lo iba a soltar fácilmente. No volvieron a acercarse por nuestra portería hasta que, ya en la segunda parte, nos vimos obligados a emplear la táctica del portero-jugador. Hasta entonces, Goiztiri monopolizó las ocasiones de gol, fracasando de forma miserable en la finalización ante un rival cuya defensa estuvo mucho más sólida que la nuestra.

El gol de Pablo (después, en el vestuario, nos enteramos de la noticia de su despedida del fútbol), fabricado al alimón con Xabi (siempre listo), fue la jugada estúpida del partido, con el meta rival saltando a por uvas en plan Superman. Así que, después de marrar una ocasión tras otra, al final marcamos el gol más tonto de la liga. Son esas pequeñas paradojas del destino, como la de que para encontrar algo hay que dejar de buscarlo. Pero aún quedaba ventaja que remontar. El Sapu lo sabía y comenzaron las pérdidas de tiempo, algo entendible pero éticamente reprochable. El partido se crispó, aunque sin llegar a violencias, y con el Goiztiri ya fiando su suerte a Jose como portero-jugador, aquello se convirtió en un correcalles. Pudieron haber incontables goles en ambas porterías, pero al final el tiempo se consumió sin más variaciones. El Sapuberri era de Primera, y nosotros deprimentes... Así es el deporte.

La rabia del momento hizo mella en algunos sectores de la plantilla. Era una pena, y por eso es normal que la gente apasionada que se desvive por este equipo derramase alguna lágrima que otra. Pero pronto todo eso quedó eclipsado por el fenomenal comportamiento de toda esa gente que nos acompañó en el autobús (a los que se unieron numerosos particulares que se recorrieron Bizkaia entera de babor a estribor). Entre todos ellos intentaron (y consiguieron) levantar nuestro alicaído estado anímico y nos insuflaron toda su fuerza para afrontar el largo y duro viaje de vuelta. Por esto y por muchas cosas más que hemos ido viviendo durante el año, hemos contraído una deuda eterna para con todos ellos.

A este cronista le gustaría ser una eminencia del fútbol-sala para contribuir a la búsqueda de causas que expliquen, desde un punto de vista estrictamente deportivo, esta dolorosa derrota. Puede que alguna de ellas publique algún comentario a este post, pero hasta que los lumbreras nos deleiten con su sabio juicio, aquí va la última gran reflexión de la temporada: hemos sido buenos, pero no los mejores; tenemos al futuro Pichichi y al futuro Zamora, pero no somos los máximos goleadores ni los menos goleados; tenemos unos veteranos que aún aportan mucho, pero se les acaba el tiempo y no podrán vivir muchas más experiencias de este calibre...

El Dios del fútbol renegó a la hora de conceder al Goiztiri la recompensa que con tanto ahínco persiguió. Ante esto, poco más podemos decir. Sólo prometer trabajo, aunque primero hay que soldar todas las heridas, tomarnos un más que merecido descanso, esperar a esas vacantes por si suena la flauta (con las lógicas reservas que a uno le genera un ascenso federativo) y regresar más fuertes de lo que somos hoy.

Desde aquí, zorionak para el Sapuberri que quizá no jugó mejor pero sí leyó mejor el partido, y aprovechó sus recursos mejor que nosotros los nuestros. También, una vez más, quiero quitarme la txapela ante todos los que viajaron hasta Durango por esta noble causa. El impulso que habéis generado no desaparecerá. Prometemos devolveros la ilusión, restituir la fe que hayáis podido perder, agachar la cabeza y seguir peleando, que es lo que mejor hacemos. Por supuesto, quiero romper una lanza en favor del míster y de su trabajo, así como de los directivos por fletar un autobús y contratar un speaker para animar el velatorio. También por esos cadetes que ya van tomando nota de cómo está el patio y no dudo de que, cuando llegue su momento, habrán sacado conclusiones y obrarán en consecuencia para evitar la repetición de errores del pasado.

Y sobre todo, como no puede ser de otra manera, quiero rendir homenaje a todos los gudaris que han conformado la plantilla del FS Goiztiri 2010/11. Una gente por la que merece la pena matar y morir, aunque no les juntes un fin de semana para jugar un kino ni bajo pena de excomunión. Todos ellos se merecen jugar en Primera, básicamente porque no merecen jugar en Segunda, al ser una etapa 'quemada' en sus carreras. Todos ellos, como mayores de edad que son, merecían haber celebrado este sábado, en su calidad de héroes de guerra, una megaorgía depravada, con alcohol, drogas, rock & roll y sexo a go-go (aunque algunos probablemente lo terminaron haciendo de todas formas xDD). Esto deberá esperar hasta una mejor ocasión, no lo vamos a descartar todavía, pero está claro que tenemos que seguir currando y progresando en algunos aspectos vitales para poder hacer realidad este sueño. Entre tanto, voy proponiendo desde aquí el ingreso en el 'hall of fame' del fútbol-sala bizkaino de los siguientes gudaris:

ZAZO, VIEJO, XABI, MAYOR, IBAI, TXORI, PABLITO (GOGOAN ZAITUGU), JOSE, JON, MIKI, MAYKEL, ALEXIS, ROBLAS, KABE, IMANOL, ANDONI

Me la suda ganar o perder. Sois los mejores, aunque la clasificación diga otra cosa y aunque mis cada vez más escasas borracheras me las agarre con miembros de otras plantillas.

GOIZTIRI BETI AURRERA BEGIRA!!!