Hay que decir que nadie nos regaló nada, que el Urduliz salió a presionarnos con valentía pese a nuestra superioridad de banquillo, que cobramos de lo lindo (y si no preguntadle a Guadañasman) y que, de nuevo, el árbitro nos quiso complicar la existencia. Nada, sin embargo, logró desviarnos de nuestro objetivo unívoco, que no era otro que el de amarrar una victoria importantísima para coger impulso de cara al inminente 'Tourmalet' que viene marcado en nuestra hoja de ruta del próximo mes.
Jugando con una seriedad que es signo indudable de la progresión que este equipo está experimentando a diario, y que habrá que refrendar por huebos (del latín opus, necesidad) ante los rivales directos porque así lo exige la ley espartana, los goles fueron cayendo uno por uno. Gracias a Kabe y a Pablo nos fuimos al descanso con un 0-2 que nos acercaba a nuestra meta, pero que, dadas las ocasiones que habíamos recibido en contra y que por esta vez logramos abortar (cosa que ciertas madres que yo me sé deberían haber hecho xD), había que extremar las precauciones. Es lo que tiene ser una panda de espíritus libres, pero ni siquiera nuestra tan aludida ciclotimia nos pudo afectar. Así vino el tercero de Ibai, el cuarto (bien por la conexión Kabe-Zazo) e incluso hubo tiempo para que Imanol se estrenase con un doble penalti, el que jamás quisimos que nos pitaran porque la acción que lo originó nunca debió suceder. Vamos a pensar en que fue algo fortuito porque si no Xabi lo habría pasado mal... y su verdugo, peor.
Así las cosas, nos fuimos algo consternados tras ver la sangre de nuestro compañero regando el campo (es duro, lo sé, pero ése es el destino de todo gudari... Ya lo dijo Horacio: dulce et decorum est pro patria mori; qué dulce y honorable es morir por la patria), pero eso sí, henchidos de orgullo por un trabajo bien hecho y que, como digo, estamos obligados a mantener si queremos dar ese salto cualitativo que tanto nos merecemos. Tenemos que comprometernos al máximo, chavales.
Lo mejor: dejar la puerta a cero por primera vez en la temporada, algo que corrobora nuestra mejora en defensa.
Lo peor: el hostión que se llevó Xabi al final, y que sobraba, os pongáis como os pongáis. Y el hecho de no poder destacar a más de tres jugadores en el Trofeo Wayominí Dipuant, algo que a este cronista le duele especialmente.
Conejitos: 3 para Kabe (que posiblemente, por no decir fijo, ha merecido más distinciones en otras jornadas), 2 para David y 1 para Miki.
Trofeo Wayominí Dipuant:
- David (18 points)
- Maykel (17 points)
- Jose y Zazo (11 points)
- Alexis (10 points)
- Roblas (7 points)
- Pablo (6 points)
- Kabe (5 points)
- Miki (4 points)
- Jon y Xabi (3 points)
- Ibai (1 point)
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