El Goiztiri 2010/11 inició su nueva andadura con una dolorosa derrota en Santutxu, en un partido en el que, como máximo, pudo aspirar al empate a cero. Los problemas en la definición, que amenazan con derivar hacia una pandemia, oscurecieron el debut liguero del equipo de Andoni López, así como su -en líneas generales- mejor juego. Berriotxoa, sin hacer nada del otro mundo, pero con un planteamiento táctico irreprochable, se quedó con los puntos en liza, golpeando duramente a los yonkis de la competición, como el aquí firmante, que ansiaban un estreno más fructífero como recompensa a su buen trabajo durante el último mes. Recordar ahora la estampa de aquel primer día de entrenamiento en la playa, donde parecíamos participantes de un casting de Baywatch, hace que me entre la risa floja. En Pobeña no había porterías de fútbol-sala, sí de fútbol-11. Pero ni en una de ésas habríamos marcado este sábado.
El gol es algo que va por rachas, como la alegría, la drogadicción o el caso que te puedan hacer las hembras en una sociedad tan represiva como la nuestra. Pero, ante todo, se trata de una cuestión más psicológica que de otra cosa. Cuando te obcecas, la portería de fútbol-sala se ve como una de hockey hielo, se nubla el juicio, entran las dudas y... et voilà! Ya nos hemos vulgarizado, nos salimos del guión y el mes de caña que llevamos sobre las espaldas se queda en agua de borrajas (aunque nunca he sabido bien qué es ese agua, la verdad, yo prefiero el Solán de Cabras). Pero el Goiztiri planteó un partido muy serio, bien colocados, aunque también el Berrio tuvo sus opciones antes del descanso, al que llegamos con el 0-0 inicial gracias a nuestro desatino en vanguardia y a que, por un día, la Tarántula se pareció a la que se convirtió en leyenda en otro club, en otro tiempo...
En la segunda parte parecía evidente que el que abriera la lata daría un paso de gigante y ésos no fuimos nosotros. Un rechace, seguido de un punterazo desde fuera, derribó la resistencia del Goiztiri. Pasamos entonces a intensificar la presión, tuvimos numerosas ocasiones, robamos, triangulamos, dimos dos o tres postes, y podíamos haber seguido jugando hasta el lunes, que me parece que no metíamos ni miedo. El árbitro, como de costumbre, tampoco fue de ayuda y nos impidió entrar en el partido (qué malos son, Dios mío de mi vida... qué pena de vidas tan jóvenes tiradas al WC), y entre eso, el lógico nerviosismo que llega cuando se acerca el tiempo límite, el 2-0 que nos cayó tras un error defensivo que propició un dos contra uno (y que estuvo cerca de ser detenido por el Deadman) y el portero-jugador que no aportó gran cosa... se nos fue el aliento peleando a muerte como los gudaris que somos.
Es una pena que un equipo con una disposición tan buena para el currelo se pegue hostias de este calibre, pero así es el fútbol-sala. Lo bueno es que esta Liga es más larga, y ahora mismo estamos a tan sólo tres puntos del líder así que toca levantar la cabeza y seguir adelante, intentando recuperar las mejores sensaciones para reencontrarnos con ese espíritu de espartanos que nos hizo temibles no hace mucho tiempo. Esto acaba de empezar, quedan más de 30 jornadas y aquí va a haber 'pa' todos y patadas, muchas patadas... [[¿Me oís? ¿Me decís algo, que no os entiendo? Esto iba por vosotros, escoria]]
Lo mejor: Los debuts de Jose y Alexis, y (quizá) el Hombre Muerto, que sufrió un duro revés en la víspera de Night of Champions, aunque garantizó un momentazo memorable con su tarjeta amarilla.
Lo peor: Lee Chun Soo tiene más gol que nosotros... Eso duele!
Conejitos: 3 para el txopo (si se me permite la inmodestia), 2 para Jose y 1 para Miki.
No hay comentarios:
Publicar un comentario